Estos días me planteo si sigo siendo o no Elektra. Si leo el blog desde mis inicios, no me reconozco en según que cosas. Será que voy madurando. Así que, siguiendo con mis días de confesiones amiguiles, lo comentaba con mi amiga, esa que quiero ser como ella porque es estupenda y tiene un marido que te cagas. Ella dice que lo de ser Elektra lo llevo en los genes. Yo he llegado a la conclusión que si, que sigo siendo Elektra, pero mejorada. Ahora ya no doy perlas a los cerdos (o al menos eso intento!)
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