Renovarse o morir

Si, estos dias estoy melancolica. Muchos me habeis comentado que ya no escribo sobre sexo, que os da igual porque lo que os gusta es que escriba. También os preguntas porque Elektra ya no escribe sobre sexo...

Hace unos meses me di cuenta que lo que necesitaba era paz interior. Levantarme por la mañana y no estar montada en ese torbellino de emociones que me deparaba el dia. Necesitaba escuchar el silencio de mi casa, ir a los sitios sin prisas, no agobiarme por el trabajo. Mirado de otra manera, necesitaba una vida nueva. Ahi me di cuenta que dependia de mi. Podia dejar el trabajo, vender mi piso y marcharme a otro sitio, pero pensé que lo que mi cuerpo me pedia, no era un sitio nuevo, porque podia dejar esto y estar en otro sitio pero yo seguiria siendo la misma. Naturalmente, necesitaba una nueva vida viviendo la misma vida pero cambiando yo.

Es muy gracioso cuando los libros de autoayuda, los mails en cadena, el psicologo de turno o un largo etcetera de gente dispuesta a ayudarte te dice: no tienes que hacer nada, las cosas ya vendran, es que tienes que ser de otra manera. Como se hace eso?! Así que me dije: empieza por las cosas pequeñas, por esos impulsos que tienes y que quieres controlar. Quizás ahi esta el secreto, lo que necesitaba era poder controlar mis impulsos y no hacer que mis impulsos controlaran mi vida. Pero cuando una es cabezona, joder! cuesta. Y ahí me teneis controlando impulsos que controlan mi vida. Al principio cuesta un cojon. Cuando se debilitan cuesta dos cojones, porque luchan por controlarte mas sutilmente.

Dentro de esos impulsos, estaba el sexo. Ese desenfreno que hace que vayan pasando personajes por tu vida, el movil sonando continuamente, mensajes, individuos pesados que no entienden que no quiere decir que no. Así que decidi parar eso. El que no entendia el no, recibia silencio.

Que si follo? Si, si que follo, pero de otra mnera. Elektra sigue siendo Elektra. Sigo teniendo sexo y de la misma manera. Sigo sintiendome puta, virgen, leona o colegiala, pero ahora me siento en paz, o almenos eso intento.

Y así es ahora la vida de Elektra. En cuanto me haya acostumbrado, seguimos para Bingo.