Jueves tarde. 17’15 horas. En la parada del metro pero en la calle. No te preocupes, ya no llego tarde, no llevo móvil, pero tranquila, te encontrare. Así que yo, cojo mi periódico y me dispongo a leer. Llega 5 minutos tarde. Después de haberle esperado en otras ocasiones más de media hora, me pasa volando. Bu, oigo a mi derecha, aunque yo ya sabía que venía hacia mí. No en balde fueron ocho años. Levanto la vista y ahí está, varios quilos más, pero su misma mirada de niño asustado, su misma voz de jovencito, sus mismos gestos.
Estamos incómodos, hace un par de años que no nos vemos, pero nos conocemos, y podríamos decir lo que piensa el otro sin ni siquiera verlo. Vamos a tomar algo, no? Y vamos. Me dice que está mejor, que con la nueva medicación siente que vuelve a vivir, que está más activo, que le putea porque siente que durante todo este tiempo ha estado sedado, dormido, y que no se ha enterado de nada de lo que ha pasado en el mundo. Que le jode, que ahora ve que yo he hecho todo por él, y que él no ha respondido. Que tampoco le hubiera costado tanto hacerme contenta (y feliz?, me pregunto yo). Hablamos de trabajo, el me cuenta el suyo, yo el mío, me habla de sus perros, de su familia, y al final de la tarde me dice que no pasa su mejor época con su novia, que ella es demasiado celosa, que tiene demasiado carácter, que él es más suave, pero que respeta que ella sea así, aunque ella no respete su manera de ser (anda, que le hará gracia que haya quedado conmigo aunque me dice que ella puede estar tranquila porque él esta tranquilo por el hecho de quedar conmigo. Me apuesto lo que sea a que no se lo cuenta. Me dice que por eso me borró, porque ella se siente intranquila ante mi (la comprendo perfectamente). Mientras tomamos algo se pone a llover, a diluviar. Te acompaño hasta la puerta, llévate tu mi paraguas, ya me lo das otro día. Le digo que no hace falta, que si vuelvo en bus no me mojo, que él en cambio vuelve andando. Mientras charlamos, se ha fumado un porro, varios cigarrillos y se ha tomado dos cubatas. Esta mejor, si.
Y ahí me doy cuenta que lo escogí como pareja pero que ya no tenemos nada que ver el uno con el otro. Que ni él esta tan bien como cree no yo tan mal como pensaba, que aunque haya parado mi evolución, he evolucionado en estos dos años; que aquel chico que yo conocí ya no existe, el que fue mi novio ha muerto, para dar paso a alguien que habla como él, gesticula como él, pero que ya no es él. Y me sabe mal, porque sé que nunca podré recuperar a esa persona. Alto, no a mi novio, si no a la persona. Él no volverá a ser el que era. Yo tampoco. No tiene sitio en mi vida porque ya no es él y yo tampoco soy la misma, aunque quizás yo sea más yo que no él… Cuando llego a casa, observo algunas de las fotos que tengo guardadas. No, ya no es él. Y las guardo, para de vez en cuando, tener algo de esa persona que ya no existe, de la misma manera que tengo las fotos de mi abuela, que aun no puedo mirar porque todavía me duele, aunque ya hayan pasado un par de meses. Me siento en el ordenador, abro el msn. Me ha vuelto a borrar y a poner sin admisión. Definitivamente, esa persona ha muerto.
Edito para contaros que me ha vuelto a agregar. Su version dice que su novia me borro y me puso sin admisiçon. Me lo creo o lo mando al carajo...
