lunes, 15 de marzo de 2010

10

2010. Nuevo año. Es mi primera entrada, aunque es mes de marzo. Durante este tiempo he seguido avanzando. A veces lento, a veces no tanto, pero la gente me dice que he cambiado mucho y me gusta, porque se que es a mejor.

A principios de año se marchó alguien a quien estaba muy unida y tuve la necesidad de ordenar mi vida. A algunos los borré, otros resultaron más importantes de lo que yo pensaba y hay quién quedó igual que estaba. Quedó un vacio que poco a poco se ha ido llenando. De recuerdos, de buenos momentos, de música, de su presencia. Y por eso, me he dado cuenta de que las tonterias son eso, tonterias, y que no hay que dejarse afectar por ellas. Y que las cosas importantes son las que valen y son las que deben quedar.

Este fin de semana he estado fuera y he conocido en persona a alguien a quién conocia por la red. Es alguien a quién le debo algo porque hicimos una apuesta y la perdí, así que solo tiene que pedir. Si hago esta entrada es por eso, porque comentabamos que ya noe scribimos en nuestros respectivos blogs. Falta de ideas, de anécdotas. Será que nos hemos hecho mayores.

Realmente fue un placer conocerle porque sinceramente pienso que ya no queda mucha gente así, buena persona y agradable.

A mi no me suelen pasar muchas anecdotas, así que podemos considerar que ésta es mi primera anécdota del año, porque merece la pena contarlo y porque dónde mejor que aquí, que fue donde nos conocimos, el lugar para contar que, por fin, nos hemos tomado un café.

No hay comentarios: