martes, 6 de abril de 2010

LIFE LOVE LUST


Erika Lust tiene nueva peli. Live Love Lust. 3 peliculas de 20 minutos cada una. Aqui podeis ver la promo y comprar la peli si quereis. Pinta muy bien, no tiene nada que ver con las tipicas pelis porno. Ademas, si poneis el codigo LIVELOVELUST tendreis un descuento de 6 euros si compras la peli durante el mes de abril.

sábado, 3 de abril de 2010

Elogio a la mujer brava

A lo largo de nuestra vida, las chicas tendemos a menospreciarnos. Para ellas y por mi, que tengo una cierta tendencia, copio aqui este texto. Para todas las mujeres bravas, para que sepamos que no somos un caso perdido, si no que tenemos que encontrar a alguien a quien no le demos miedo, y para que nunca, nunca, dejemos de ser bravas.


"Elogio de la Mujer Brava" (Héctor Abad Faciolince)
Estas nuevas mujeres, si uno logra amarrar y poner bajo control al burro machista que llevamos dentro, son las mejores parejas.

A los hombres machistas, que somos como el 96 por ciento de la población masculina, nos molestan las mujeres de carácter áspero, duro, decidido. Tenemos palabras denigrantes para designarlas: arpías, brujas, viejas, traumadas, solteronas, amargadas, marimachas, etc. En realidad, les tenemos miedo y no vemos la hora de hacerles pagar muy caro su desafío al poder masculino que hasta hace poco habíamos detentado sin cuestionamientos.

A esos machistas incorregibles que somos, machistas ancestrales por cultura y por herencia, nos molestan instintivamente esas fieras que en vez de someterse a nuestra voluntad, atacan y se defienden. La hembra con la que soñamos, un sueño moldeado por siglos de prepotencia y por genes de bestias (todavía infrahumanos), consiste en una pareja joven y mansa, dulce y sumisa, siempre con una sonrisa de condescendencia en la boca. Una mujer bonita que no discuta, que sea simpática y diga frases amables, que jamás reclame, que abra la boca solamente para ser correcta, elogiar nuestros actos y celebrarnos bobadas. Que use las manos para la caricia, para tener la casa impecable, hacer buenos platos, servir bien los tragos y acomodar las flores en floreros. Este ideal, que las revistas de moda nos confirman, puede identificarse con una especie de modelito de las que salen por televisión, al final de los noticieros, siempre a un milímetro de quedar en bola, con curvas increíbles (te mandan besos y abrazos, aunque no te conozcan), siempre a tu entera disposición, en apariencia como si nos dijeran "no más usted me avisa y yo le abro las piernas", siempre como dispuestas a un vertiginoso desahogo de líquidos seminales, entre gritos ridículos del hombre (no de ellas, que requieren más tiempo y se quedan a medias). A los machistas jóvenes y viejos nos ponen en jaque estas nuevas mujeres, las mujeres de verdad, las que no se someten y protestan y por eso seguimos soñando, más bien, con jovencitas perfectas que lo den fácil y no pongan problema. Porque estas mujeres nuevas exigen, piden, dan, se meten, regañan, contradicen, hablan y sólo se desnudan si les da la gana.

Estas mujeres nuevas no se dejan dar órdenes, ni podemos dejarlas plantadas, o tiradas, o arrinconadas, en silencio y de ser posible en roles subordinados y en puestos subalternos. Las mujeres nuevas estudian más, saben más, tienen más disciplina, más iniciativa y quizá por eso mismo les queda más difícil conseguir pareja, pues todos los machistas les tememos. Pero estas nuevas mujeres, si uno logra amarrar y poner bajo control al burro machista que llevamos dentro, son las mejores parejas. Ni siquiera tenemos que mantenerlas, pues ellas no lo permitirían porque saben que ese fue siempre el origen de nuestro dominio. Ellas ya no se dejan mantener, que es otra manera de comprarlas, porque saben que ahí -y en la fuerza bruta- ha radicado el poder de nosotros los machos durante milenios. Si las llegamos a conocer, si logramos soportar que nos corrijan, que nos refuten las ideas, nos señalen los errores que no queremos ver y nos desinflen la vanidad a punta de alfileres, nos daremos cuenta de que esa nueva paridad es agradable, porque vuelve posible una relación entre iguales, en la que nadie manda ni es mandado. Como trabajan tanto como nosotros (o más) entonces ellas también se declaran hartas por la noche y de mal humor, y lo más grave, sin ganas de cocinar. Al principio nos dará rabia, ya no las veremos tan buenas y abnegadas como nuestras santas madres, pero son mejores, precisamente porque son menos santas (las santas santifican) y tienen todo el derecho de no serlo. Envejecen, como nosotros, y ya no tienen piel ni senos de veinteañeras (mirémonos el pecho también nosotros y los pies, las mejillas, los poquísimos pelos), las hormonas les dan ciclos de euforia y mal genio, pero son sabias para vivir y para amar y si alguna vez en la vida se necesita un consejo sensato (se necesita siempre, a diario), o una estrategia útil en el trabajo, o una maniobra acertada para ser más felices, ellas te lo darán, no las peladitas de piel y tetas perfectas, aunque estas sean la delicia con la que soñamos, un sueño que cuando se realiza ya ni sabemos qué hacer con todo eso.

Los varones machistas, somos animalitos todavía y es inútil pedir que dejemos de mirar a las muchachitas perfectas. Los ojos se nos van tras ellas, tras las curvas, porque llevamos por dentro un programa tozudo que hacia allá nos impulsa, como autómatas. Pero si logramos usar también esa herencia reciente, el córtex cerebral, si somos más sensatos y racionales, si nos volvemos más humanos y menos primitivos, nos daremos cuenta de que esas mujeres nuevas, esas mujeres bravas que exigen, trabajan, producen, joden y protestan, son las más desafiantes y por eso mismo las más estimulantes, las más entretenidas, las únicas con quienes se puede establecer una relación duradera, porque está basada en algo más que en abracitos y besos, o en coitos precipitados seguidos de tristeza. Esas mujeres nos dan ideas, amistad, pasiones y curiosidad por lo que vale la pena, sed de vida larga y de conocimiento.


Vamos hombres, por esas mujeres bravas!!!!!!!!!!!!!

viernes, 2 de abril de 2010

Sindrome de Stendhal

Al final pensare que este blog es mas un consultorio, una enciclopedia o algo asi (de hecho para mi es un consultorio para mi misma), porque entre complejos y sindromes no veas...

Hace unos dias fui al campo del Barça. La verdad es que, viviendo en Barcelona, quizás deberia haber ido mas veces, pero es lo que tiene la cosa. Medio mundo ha visitado la Sagrada Familia, otro medio la Catedral, otra parte el Parque Guell, y los únicos que no lo hemos visitado somos los habitantes de la Ciudad Condal. Pues eso, que no es que haya ido mucho al campo del Barça. Y cada vez que voy creo que me da el Sindrome de Stendhal (que culta yo, toma ya). Segun Stendhal, el sindrome es una enfermedad psicosomatica y tienes un aumento del ritmo cardiaco, alucinaciones, vertigo y confusion cuando nos exponemos a una sobredosis de belleza artistica. Y eso es lo que me pasa a mi. Lo veo todo como en cinemascope, me aumenta el ritmo cardiaco y tengo como una sensación de vertigo. Total, que me paso todo el partido observando la grandeza del campo, el ambiente, las cosas que pasan en el campo, y me acabo perdiendo mas de la mitad del partido porque yo estoy en mi mundo. Vamos, que parezco de pueblo (sin ofender a los de pueblo).

Creo que tengo que cambiar el nombre del blog y llamarlo Complejo de Elektra con complejo de Stendhal...